jueves, 29 de mayo de 2014

Y CÓMO NO VAN A HACER LA PAZ…


Y cómo no van a hacer la paz…

Luis Fernando Pinillos Gómez
Jueves 29 de mayo de 2014

La guerrilla de las FARC tiene la posibilidad de hacer la paz en el proceso de la Habana, y aunque no es la primera vez que la sociedad colombiana le tiende generosamente la mano, esta vez creo que ciertamente hay una real voluntad de la dirigencia de este grupo narcoterrorista para firmar la paz, pero ¿Qué ha cambiado en la mente de estos bandidos? ¿Cuál es la paz que firmarían? Veamos las razones que dan respuesta a estas preguntas.
La primera razón es que desde el año 1999, la fuerza pública colombiana ha venido dando golpes contundentes a este grupo narcoterrorista. En el año 1996 el Consejo de Estado de Estados Unidos señalaba que la guerrilla tomaría el poder en el año 2000, y es que en medio del escándalo del proceso 8.000 cuando las guerrillas colombianas sacaron la mayor ventaja militar. Datan del gobierno del señor Samper, las grandes tomas guerrilleras y los secuestros masivos de políticos, policías y militares. El 1998, con la llegada al poder de Andrés Pastrana, el poder militar de las FARC comenzó a disminuir con una mejor estructuración de la fuerza pública y la llegada de los recursos del Plan Colombia, pero por otro lado, la zona de despeje para los diálogos de paz en El Caguan, le permitió a este grupo narcoterrorista cuidar su retaguardia en las incursiones militares en contra de la sociedad civil y usar el territorio como plataforma de negocios ilegales particularmente el narcotráfico. A la vez que la zona de despeje era usada con fines criminales y no para los diálogos de paz, el proceso de paz del presidente Pastrana le permitió a la guerrilla colombiana proyectarse políticamente a nivel mundial. Quizás por causa de este despliegue político y la complicidad de muchos medios de comunicación de orientación izquierdista, el pueblo colombiano no notó las grandes victorias militares del gobierno Pastrana contra las FARC y el ELN, ni muchos otros logros del gobierno, y por el contrario, tiraron la opinión pública en contra del gobierno Pastrana para debilitarlo en las negociaciones. La consecuencia sin embargo no fue la que la prensa de inclinación izquierdista pretendía, pues si bien consiguieron que la imagen del presidente Pastrana quedara por el suelo, los efectos frente a la guerrilla fueron los contrarios. Para finales del gobierno Pastrana en 2002, la fuerza pública había logrado debilitar militarmente a los llamados paramilitares (que no tenían zona de refugio en el Caguan), habían logrado arrinconar en las profundidades de las selvas a la guerrilla, se contaba con la financiación obtenida del plan Colombia para combatirlos, se había logrado una declaración de grupos terroristas a las FARC y el ELN en Europa y Estados Unidos, la sociedad colombiana se movilizaba en marchas multitudinarias gritando “no más FARC”, y sobre todo, habían puesto en el poder a un abierto enemigo del proceso de paz, el señor ÁLVARO URIBE VELEZ, el cual prometía una derrota militar a esos grupos narcoterroristas. El periodo de gobierno de Uribe se proyectó por 8 años, periodo en el cual la guerrilla fue arrinconada militar, política y económicamente. El periodo de gobierno del presidente Santos entre el 2010 y el 2014 ha recogido los frutos de los 8 años de seguridad democrática del presidente Uribe, y los 4 del plan Colombia del presidente Pastrana. De hecho, este gobierno ha logrado grandes victorias militares como el dar de baja a Cano y a Jojoy, números 1 y 2 de las FARC. Lo anterior indica que esta guerrilla narcoterrorista está condenada a su desaparición como grupo armado en transcurso de la próxima década si se continúan las políticas del gobierno Uribe.
La segunda razón en este contexto, es que en los últimos años la guerrilla de las FARC ha logrado amasar una gran fortuna, producto de negocios ilegales, particularmente el narcotráfico. Hoy en día, esta guerrilla es el mayor productor y traficante de drogas ilícitas del mundo, y sus ganancias derivadas de este negocio se estiman en más de 1.500 millones de dólares al año. Además de esto, el desplazamiento forzado en el campo (alrededor de 5 millones de desplazados) ha cooptado una gran cantidad de tierras de producción agrícola y ganadera, y las ganancias derivadas de la minería ilegal y de la captación de tierras se calculan en más de 1.000 millones de dólares adicionales. Lo anterior podría llevar a pensar que este nuevo poder económico permitiría un mejor posicionamiento militar de la guerrilla, pero el destino de este dinero tiene un camino diferente de acuerdo a la tercera razón que expongo.
La tercera razón por la cual la guerrilla de las FARC firmarían la paz es que sus líderes políticos y militares, tapados de narco dólares, lo que quieren es disfrutar las mieles del gran capitalismo que han combatido por décadas. ¿de qué sirve tener tanto dinero sino lo pueden usar en la profundidad de las selvas? Y es que estos cabecillas de las FARC sobrepasan todos los 50 años de edad, una edad avanzada para liderar militarmente la organización narco terrorista, pero si una edad para disfrutar el reconocimiento de la sociedad como líderes políticos del poder legislativo y ejecutivo, a la vez que disfrutan sus enormes fortunas económicas. El nuevo estilo de vida de estos criminales, pasando de las profundidades de la selva, a la vida civil pero en el anonimato en algunos países vecinos que los refugian, y ahora la promesa de una vida como multimillonarios donde pasen de estar entre los grandes criminales de la humanidad a posar de reconocimiento social por la lucha de los menos favorecidos, es lo que logra este sorprendente cambio de pensamiento que aboca porque ahora si quieran firmar la paz.
De lo anterior, queda claro cuál es la paz que firmarían: un acuerdo de paz que les garantice su seguridad personal, lejos de los temores de caer en combate en la profundidad de la selva; un acuerdo de paz donde no paguen ni un día de cárcel por los crímenes cometidos en 5 décadas de terrorismo y narco tráfico en contra de la humanidad y particularmente del pobre pueblo colombiano; un acuerdo de paz donde la guerrilla no se vea obligada a entregar sus enormes fortunas a los millones de víctimas que han generado en su lucha asesina contra el estado colombiano; una paz donde las grandes fortunas amasadas en los últimos años no sea tocada y por el contrario, terminen legalizándose en paraísos fiscales del mundo y de la misma Colombia; una paz que les garantice que van a tener puestos públicos en el poder legislativo y quizás en el mismo poder ejecutivo; una paz que les permita conservar abierta o clandestinamente un grupo armado ilegal, que continúe su lucha por el poder absoluto y la instauración de un estado comunista; una paz que le permita como actores políticos de la vida nacional, imponer o contribuir al menos, a lo que su lucha violenta no logró.
Y ¿cuál debe ser nuestra postura? Para quienes hemos defendido los valores democráticos de la sociedad, la negociación de paz debe pasar por algunos aspectos: 1) la guerrilla debe quedar obligada a principios de justicia, verdad y reparación, es decir, la guerrilla debe quedar obligada a someterse a investigación, juicio y sentencia por los crímenes realizados en todas estas décadas, debe quedar obligada a pagar económicamente y pidiendo perdón, a las víctimas, y con cárcel ante el estado colombiano por todos esos crímenes cometidos, y debe quedar obligada a contar la verdad de sus actuaciones criminales que tanto dolor han traído al pueblo colombiano: debe contar donde tiene sembradas todas las minas antipersonales, donde tiene enterrados todos los secuestrados asesinados, y cuáles son sus vínculos ideológicos y de formas de lucha con sindicatos, periodistas, y políticos 2) los cabecillas guerrilleros condenados a crímenes de lesa humanidad no deben nunca tener cargos públicos, ni por nombramiento, ni por concurso, ni de elección popular y 3) la guerrilla debe entregar todas las armas y desmovilizar toda su organización criminal.
En la actualidad, la elecciones presidenciales entre los candidatos Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga plantean estos retos respecto a la paz. Por un lado, el candidato-presidente Juan Manuel Santos promueve la firma de la paz a cambio de adjudicar a la justicia, y promover la participación de los dirigentes de las FARC en el Congreso de la República. Por el otro lado, el candidato Oscar Iván Zuluaga plantea que si a la paz, pero sin permitirle a los narcoterroristas su participación en política y sin adjudicar a la justicia.
De mi parte, creo que conocidos los verdaderos intereses que motivan a los narco-guerrilleros a firmar la paz, es a la guerrilla a la que más le conviene firmar, incluso aceptando que 1) deban ir a la cárcel aunque sea por pocos años, contando la verdad de su vida criminal y los vínculos con políticos, periodistas, sindicatos, etc. y pidiendo perdón a los millones de víctimas 2) renunciar a participar en cargos públicos, al menos aquellos de elección popular y 3) a entregar las armas y desmontar su organización criminal incluyendo los negocios ilícitos como el narcotráfico, el secuestro, las tierras cooptadas ilegalmente, y la minería ilegal entre otros. A cambio, la sociedad colombiana les rebaja las penas, les garantiza su seguridad, y les permite disfrutar la inmensa fortuna cuando terminen de indemnizar a sus víctimas y al estado colombiano. Es decir, creo que la postura del candidato Oscar Iván Zuluaga no es como lo pintan desde la campaña de Juan Manuel Santos, una imposición de condiciones que acabarían con el proceso, sino por el contrario, una postura que posiciona mejor al estado colombiano en la mesa de negociaciones para firmar una paz que no sea insultante para el pueblo colombiano.
Por lo menos, así lo veo yo.

miércoles, 28 de mayo de 2014

LEYENDO LAS NOTICIAS


Leyendo las noticias

 Luis Fernando Pinillos Gómez
Miércoles 14 de mayo de 2014
 
Uno de los grandes cuestionamientos que me surgen al momento de formar una opinión sobre algún aspecto de la realidad mundial, es ¿Cuál es la validez de las fuentes de información? Generalmente, los medios de comunicación se presumen fuentes válidas por cuanto se les infiere cero subjetividad. Por un lado, el informar unos hechos no tiene connotación de subjetividad, y por otro, el no escuchar opiniones personales reafirma este compromiso ético del periodismo.
Sin embargo, lo anterior esconde varias falacias. La realidad que se nos muestra en una noticia es más que la realidad contada, porque la realidad no contada puede ser más relevante, o simplemente, porque la realidad contada de cierta forma induce una orientación del pensamiento. En otras ocasiones, ni siquiera se alude a hechos reales para establecer estas “verdades noticiosas” lo cual hace más cuestionable la labor del periodismo, claro está, si alguien lo descubre.
Mi primera advertencia de esta situación de los medios de comunicación es la que deviene de los medios de comunicación internacional cuando tienen que cubrir una noticia en relación con Israel. La mayoría de estos medios vinculados a causas judeofóbicas, no se guardan reserva en engañar a la opinión pública mundial. Este derroche descarado de hipocresía busca mostrar al estado de Israel como una nación que busca el exterminio de los palestinos. Se trata de los mismos medios de comunicación que promueven la negación del holocausto, y que le dan vitrina a todo lo que represente una causa contra la religión judía, el pueblo hebreo o el estado de Israel.
En esta oportunidad sin embargo, me centraré en el caso de Colombia. Para este ejercicio, tomaré como ejemplo el caso del supuesto hacker de la campaña del candidato a la presidencia Oscar Iván Zuluaga y lo relacionado con el caso de JJ Rendón y los 12 millones de dólares de los Comba.
En la cronología de los hechos está que el escándalo de la campaña Santos inicio primero con las revelaciones del periodista Daniel Coronel, persona completamente alejada de la campaña de Oscar Iván Zuluaga, por razones ideológicas que todos conocen. Se denunció en el artículo de Coronel que 12 millones de dólares fueron entregados por narcotraficantes a los asesores y amigos personales del presidente Santos para efectos de una entrega a las autoridades, cosa que finalmente no se hizo. El escándalo continuó cuando los asesores se acusaron mutuamente de apropiarse el dinero de los narcos, y entre tanto, los medios registraban medio atónitos el espectáculo con algunas voces tímidas desde la campaña de Zuluaga que pedían que el presidente Santos explicara a la opinión pública lo que estaba pasando. Pero lo cierto es que esto no trascendió. El gran escándalo estaba por darse y esta vez por la acción del Fiscal General de la Nación. Se informó que la Fiscalía había realizado un operativo, que había capturado un hacker, que tenía en su poder los equipos usados por el hacker, que tenían las pruebas de como el hacker había chuzado los correos electrónicos de los negociadores de la Habana por parte de las Farc, de dos periodistas cubanos y hasta del presidente Santos. Se señaló que el hacker era un experto con alta formación en informática, y que la información que capturaba ilegalmente con sus labores de espionaje era vendida al mejor postor en el mercado negro. Se sindicó públicamente al hacker de estar obstruyendo las negociaciones de la Habana porque trabajaba del lado de los enemigos de la paz, pero lo que más señaló el Fiscal fue que dicho hacker trabajaba en la campaña del candidato Oscar Iván Zuluaga.
Y dicho esto, el escándalo de los 12 millones de dólares pasó a segundo plano. Los pocos que se referían a esto simplemente señalaban que eso era publicidad negra de la campaña de Oscar Iván Zuluaga. Tan poco pareció importar el asunto de los 12 millones de dólares a los medios, que prácticamente nadie notó como los dos asesores del presidente pasaron de acusarse mutuamente a presentarse ante los medios como dos grandes amigos que se habían hecho víctimas de la campaña de Zuluaga. La noticia se centró en las explicaciones que pudiera dar el candidato del Centro Democrático acerca de su relación con el Hacker y con la información supuestamente filtrada para dañar el proceso de paz. Inició uno de los espectáculos de bullying mediático vistos por los colombianos por cuenta de los noticieros de televisión, las cadenas radiales, los columnistas de opinión, y la prensa escrita. Con tanta presión de los periodistas afectos a Santos, el candidato Zuluaga comete imprecisiones al decir que el hacker trabaja para ellos en asuntos de redes sociales y seguridad informática, pero que no lo conocían cuando lo cierto era que sí, y luego, por presión de los periodistas de la W, el expresidente Álvaro Uribe expone situaciones de los 12 millones de dólares que rápidamente los medios tergiversaron para presentar a Uribe como mentiroso. Entre tanto, el Fiscal general de la nación daba más leña al fuego y aparece el video del hacker hablando con Zuluaga.
Al ver el video, este parece resultar concluyente. El candidato Zuluaga si se reunió con el supuesto hacker y recibió de él información de inteligencia militar que se entiende reservada. El video divulgado por la revista Semana, expresa todo el tiempo que está en formato original, y hace la transcripción de la conversación en la reunión, mientras que pone al frente del video el logo de “Semana” en transparencia. El bullying es tan grande, que la campaña de Zuluaga baja la guardia y entra en un proceso de casi derrota. Unas pocas voces desesperadas gritaban que el video era un montaje y que la campaña de Zuluaga había sido infiltrada, cosa que por demás ameritaba un escándalo mayor, pero las palabras de estos pobres hombres se perdía en medio del bullying mediático.  
Finalmente llegaron las elecciones y comenzaron a llegar los informes de autenticidad del video de Semana. Oh sorpresa! El video era todo un montaje. Oh fortuna! La campaña de Oscar Iván Zuluaga si había sido infiltrada. Oh suerte! El Fiscal y los medios tendrían que comerse toda la guerra sucia y seguro esto tendría algún rédito electoral. Pero no. La voz del Fiscal se anticipó lo suficiente para negar la autenticidad de los informes por lo menos hasta que transcurrieran las elecciones, y los medios ignorarían la voz del candidato Zuluaga. Incluso, hasta el comercial explicando con pruebas técnicas que el video fue un montaje, también se lo sacaron del aire.
Ya han pasado dos días desde las elecciones, y Zuluaga sacó el 30% de la votación. Los resultados lo dieron como el ganador. La cantidad de estudios acerca del video muestran que el video fue un montaje, que la campaña de Zuluaga ciertamente fue infiltrada, y si se examina con detalle, ni siquiera los cargos y las pruebas que se advierten tener en contra del hacker resultan ser serias, pero ahora no hay rectificación. Los medios ahora decidieron ignorar estas cosas, aplicarle la campana neumática.
En esta situación la pregunta es ¿cómo leemos las noticias? ¿Cómo podríamos saber si la noticia es real o no lo es? ¿Cómo podemos saber si detrás de la noticia se tiene otras intenciones como el torcer la voluntad del pueblo en una decisión, o construir una visión de amor u odio de una causa, etc.? Creo que las respuestas no son fáciles. Detectar esa intensión no siempre será fácil, en particular porque la mayoría de los hechos noticiosos no son comprobables para cualquier ciudadano. Sin embargo, he aquí algunas claves: 1) no creer lo que los medios dicen solo porque los medios lo dicen 2) saber si de antemano existe o no, intereses creados por los medios en el hecho noticioso. En el caso de la revista Semana y del periódico El Tiempo, existe una clara relación con la familia Santos, de modo que esto es un elemento de juicio. En el caso de los canales RCN y Caracol, parece evidente que los medios tienen interés en un gobierno de Juan Manuel Santos puesto que este ha renunciado de facto a proponerles a los colombianos un tercer canal. En el caso de los comentaristas de opinión, la mayoría de ellos tienen motivaciones políticas de izquierda y bien sabido es que este tipo de motivaciones políticas son viscerales. 3) comprobar el equilibrio informativo. Por ejemplo, a lo largo de todo el escándalo del Hacker, El Fiscal, el ex presidente Cesar Gaviria, el presidente Santos, entre otros interesados, opinaron y opinaron en los medios, mientras que el involucrado no se le dio mucha oportunidad de controvertir. 4) conocer las estrategias de manipulación que tienen los medios para evitar ser víctimas de estos. Recordemos las estrategias que nos propone Chomsky (aunque creo irónicamente que tampoco son de él) acerca de las estrategias de manipulación de los medios sobre los ciudadanos: la distracción, crear problemas para inducir solución, la gradualidad, diferir, tratar al espectador como infante, hacer emocional los asuntos racionales, mantener niveles de ignorancia sobre el público, crear modas, promover autoculpa, y el uso de mecanismos de control por conocimiento del individuo.          
Finalmente, creo que luego de desenmascarar a los medios en su afán noticioso intencionado, debemos presentar algún tipo de sanción sobre los medios por el intento de manipulación de nuestra voluntad. Una sanción es quitar la suscripción a ese medio, enviar una nota a la dirección, ponerlos en evidencia, etc.
Esa es mi opinión.
 

martes, 27 de mayo de 2014

LATINOAMÉRICA ÚLTIMA EN PRUEBAS PISA, MARCA SU DESTINO A LA FATALIDAD


 

Latinoamérica última en pruebas PISA, marca su destino a la fatalidad
 
Luis Fernando Pinillos Gómez
Lunes 12 de mayo de 2014

Hace poco preguntaba en una de mis clases a mis estudiantes, ¿qué pensaban sobre el último lugar de Colombia en las pruebas PISA referentes a resolver problemas de la vida cotidiana? Una respuesta entre todas ellas me llamó la atención: “con razón tenemos tantos problemas”. El razonamiento me pareció perfecto: si los colombianos somos los últimos en capacidad para resolver problemas de la vida cotidiana, imaginemos como sociedad la capacidad para resolver problemas de la vida nacional.
Pero tristemente, no solo es la realidad de Colombia. Es en general, la realidad de los países latinoamericanos. En las pruebas PISA, los países latinoamericanos ocupan los últimos lugares en competencias, mientras que los países asiáticos están en la punta de esta lista.
Ya sea que exista una conexión o no, lo cierto es que mientras Latinoamérica ocupa los últimos lugares en las prueba PISA, también da un giro a la izquierda, y si esto no llama la atención, los países asiáticos que ocupan los primeros lugares en las pruebas son los mismos que acogen los sistemas democráticos y los modelos capitalistas, incluyendo el caso de China. Mi conclusión es que cualquier sociedad tenderá a buscar modelos de gobiernos en la izquierda siempre que sus ciudadanos pierdan competencias académicas y sociales, o dicho de otra manera, la izquierda es un modelo de incompetentes.
En nuestra realidad tenemos los resultados de las pruebas PISA – entre jóvenes de 15 años – y los problemas que cargamos como sociedad. En Colombia por ejemplo, la guerrilla de izquierda mata, secuestra y extorsiona a la sociedad civil y al país en general, mientras que la justicia y los medios de comunicación politizados de izquierda y de corrupción, persiguen, condenan y someten al escarnio público a quienes combaten la izquierda criminal de la guerrilla. En la confusión, la corrupción –de izquierda o no izquierda– desangra las arcas públicas; y cuando todavía no hemos terminado de hacer conciencia de estas cosas, los tribunales internacionales cargados a la izquierda desgarran el territorio nacional, las instituciones democráticas y las finanzas públicas con sentencias políticas y no en derecho. Esto nos está llevando a la fatalidad.  
En Venezuela, otra triste realidad se ciñe sobre la sociedad. Falta de alimentos, falta de libertades civiles, veto a la libertad de prensa, persecución y presos políticos, violencia galopante por todo el territorio nacional, los niveles de corrupción más elevados del mundo, alta inflación, etc. Otro país condenado a la fatalidad. Ni siquiera vale la pena mencionar a Cuba quien ya está en la fatalidad desde hace varias décadas. Argentina y Brasil camino también al despeñadero en lo económico y en lo social. Así podríamos continuar con el resto de países latinoamericanos, donde pasamos de ser el continente de la esperanza a ser el continente de los incapaces. Porque si como personas somos incapaces de resolver los problemas más elementales de la vida cotidiana, como sociedad somos también incapaces de resolver los problemas de la vida nacional.
La evidencia más notable de la fatalidad que se nos ve venir está en el giro a la izquierda de todas nuestras democracias, contrario a lo que acontece en el lejano oriente. Un sistema de probado fracaso económico y político que ahora se impone en América Latina precisamente donde más duele: en las urnas. Si la izquierda se va a imponer en las urnas, nadie podrá quejarse después de su suerte: la que traza el Foro de San Pablo, el Socialismo del Siglo XXI, los países del Alba, el Castro – Chavismo, el Peronismo, la izquierda de Allende, los terroristas sandinistas, los terroristas del Tupamaro, los de Sendero Luminoso, y los peores de todos, la guerrilla colombiana de las FARC y del ELN. En el mundo, los antiguos comunistas rusos y chinos resurgen en la escena mundial, igual de desalmados que los izquierdistas de estas latitudes, pero mucho más inteligentes para darse cuenta que nuestra debacle iniciada en procesos democráticos terminarán en la esclavitud de estos pueblos a sus intereses geopolíticos. Triste destino el que le espera a Latinoamérica: la fatalidad.
Aún es tiempo de reaccionar. En Venezuela una heroica oposición trata de hacer conciencia. En Colombia, El Uribismo y los Conservadores aún conservan dignidad moral y patrimonio político frente a la arremetida izquierdista de difamación y persecución judicial. Chile y Uruguay oscilan, Paraguay y Honduras ya se sacudieron pero no se pueden confiar, Costa Rica, Panamá  y Perú ya cayeron pero aún es tiempo, México hace esfuerzos por sacudirse, Argentina y Brasil tratan de reaccionar también… Aún hay esperanzas. Nuestras sociedades están llenas de personas brillantes que la izquierda de los medios, de la clase política, del sistema judicial y del terrorismo tratan de borrar, pero nuestra mejor resistencia es ser “inteligentes” y no caer ante sus engaños, cortinas de humo, etc. Resistir es la consigna mientras una nueva generación se educa.
            
Por lo menos, así lo veo.

martes, 13 de mayo de 2014

PORQUE NO SOY DE IZQUIERDA


PORQUE NO SOY DE IZQUIERDA

 
Luis Fernando Pinillos Gómez
Viernes 9 de mayo de 2014

 Recuerdo aquellas épocas de mi vida de estudiante en la Universidad del Valle, cuando las amenazas de muerte se ceñían sobre mi por parte de la izquierda expresada en  los llamados encapuchados… Eran días difíciles para adelantar mis estudios, siempre bajo en temor que mi forma de pensar, contraria a la de estos bandidos, pudiera causarme algún daño en mi integridad. Y al recordar aquellas épocas, en las que me sentía solo en mis convicciones, me vino a la mente la conversación con uno de estos estudiantes de tono contestatario, de quién poco se realmente, que me increpó con una pregunta en medio de una reunión donde todos los estudiantes allí presentes, excepto yo, apoyaban a los bandidos encapuchados. Me preguntaba el estudiante: si Usted ha leído y estudiado a Marx, porqué no es de izquierda. En esa ocasión, no respondí. Tuve que salir del lugar antes que estos fanáticos de izquierda me lincharan. Sabía que mi respuesta incitaría su ira irracional. Hoy, quiero responderle a este rabioso Marxista, esperando quizás que la serenidad de los años le haya menguado su tono violento.
Hay tres valores capitales en mi estructura de pensamiento que me impiden y me salvan de caer en el adoctrinamiento político conocido como Izquierda, y convertirme en un seguidor o simpatizante de estas causas. Creo también, que en aquellas personas donde al menos uno de estos tres valores capitales falte o esté débil, existe la posibilidad de encontrar un potencial seguidor de la izquierda.
El primero de estos valores capitales es que soy una persona inteligente, y con ello quiero expresar ante todo, que soy lo suficientemente inteligente para reconocer en los discursos políticos aquellas cosas que son verdad, y aquellas cosas que son mentiras. La izquierda maneja un discurso tendencioso a la búsqueda de incautos que crean sus mentiras. La primera de ellas es la de abocarse como si fueran los únicos, la defensa de los menos favorecidos económicamente. La segunda, y en este mismo sentido, está el atribuirle a todas aquellas líneas de pensamiento lejanas a la izquierda, la maldad que en el fondo, es propia de ellas. Son como los ladrones que le gritan a la víctima “ladrón, ladrón” no solo para esconder su propio delito, sino también para atribuirle el delito a su propia víctima. Si no fuera inteligente, me comería enterito el discurso de “Las venas abiertas de América Latina” o “La izquierda necesaria”, y en general, toda una cantidad de literatura barata tendenciosa a la formación de militantes disciplinadamente adoctrinados en la izquierda por vía del fanatismo político.
El segundo de mis valores capitales, es que soy una persona consciente de lo bueno y lo malo, y busco desde mi concepción del mundo, lo bueno. Ser inteligente no es suficiente, porque muchos lo son y sin embargo caen ingenuamente en esta doctrina maligna. El problema, es que muchos no la reconocen la maldad velada de esta doctrina de pensamiento, otros quizás si la reconozcan, pero una cierta inclinación al mal los hace igualmente afiliarse a ella. La izquierda no solo es un sartal de mentiras repetidas miles de veces para que parezca verdad, según lo expresara Lenin. Es mucho más que eso, porque el comunismo esconde una visión atea que le quita al hombre no solo el reconocimiento de cualquier dignidad que le proporcione una vida espiritual, sino que también lo convoca al ejercicio de la violencia y la rebeldía contra el estado y el orden social. Allí están como testimonio escrito, el “segundo manifiesto comunista” de Marx y Engels, uno de los documentos de naturaleza política más influyente de la humanidad. Con el se justifican el nacimiento de las guerrillas y con ellas, los asesinatos, los secuestros, las extorciones y todo tipo de conductas criminales. Y si acaso están en la cúspide del poder político, los líderes de izquierda, lejos de los valores democráticos, son dictadores tiranos del propio pueblo que gobiernan, cuando no menos, de la humanidad entera. Es cierto que no todos los que simpatizan con  la izquierda aprueban estas conductas, pero su apoyo al mismo proyecto político contribuye a alimentar esta terrible realidad. En conclusión, ser de izquierda es, quiéralo o no, simpatizar con un cuerpo de ideas criminales mimetizadas en nobles propósitos, y con frecuencia, ni siquiera eso.
Finalmente, el tercero de mis valores capitales es el conocimiento de la historia. La extrema maldad de los grandes líderes de izquierda han provocado la muerte deliberada de millones de seres humanos, la esclavitud de otros muchos millones, y la pobreza, la miseria y el hambre de muchos millones de seres humanos más. Ni siquiera vale la pena mencionar el terrible daño ambiental, la caída de la moral y las pérdidas del patrimonio histórico de la humanidad. El libro titulado “El libro negro del comunismo” esboza parte de esta realidad y denuncia a la izquierda como la genocida de más de 100.000.000 de muertes de seres humanos. A lo largo de la historia de la izquierda, no se observa ni un solo caso exitoso de bienestar para un pueblo gobernado con estos líderes tiranos siguiendo estos proyectos políticos. Es paradójico que a pesar del revés histórico, las personas de izquierda sigan defendiendo tal sistema, cuando Marx establecía que el fracaso histórico de un proyecto político era causa suficiente para que este proyecto se abandonara. Habiendo probado tan rotunda y estrepitosamente el fracaso como proyecto histórico del ser humano y sus sociedades, los mismos que defienden la izquierda deberían abandonar de facto su propio proyecto político. Pero no. Esto solo es válido como doctrina política si se aplica a otros pensamientos políticos diferentes a la izquierda. He aquí la hipocresía de la izquierda. Porque, si para la izquierda es posible engañar a los ciudadanos ingenuos, porque no acoger también a una hermana de la mentira como es la hipocresía. De mi parte, yo entiendo la historia perfectamente y por ello entiendo que el lastre criminal que carga la izquierda es tan grande, que reconocerme como miembro de los suyos es vergonzoso y una carga moral imposible de llevar.
Es por estos tres valores capitales que no afilio a la izquierda. Porque soy inteligente y no me trago entero el sartal de mentiras que se esconden en la lucha de clases, en el materialismo dialéctico, en el compromiso histórico, en el socialismo económico, etc. Porque soy una persona que se inclina a unos valores morales que entran en conflicto con esta estructura de pensamiento político, y porque conozco la historia y no quiero cargar sobre mi conciencia más de 200.000.000 de muertos (los 100.000.000 que reconoce la izquierda con documentos incontrovertibles en el libro “el libro negro del comunismo”, y otros tantos que aún no se reconocen oficialmente), y muchos más millones de tragedias humanas dejadas por esta doctrina del pensamiento político.
Por lo menos, así lo veo.
 

 

 

martes, 11 de febrero de 2014

LA IZQUIERDA EXISTE - LA DERECHA NO


LA IZQUIERDA EXISTE – LA DERECHA NO

 

Luis Fernando Pinillos Gómez

Viernes  31 de enero de 2014
 
La dicotomía entre izquierda y derecha es algo que parece incuestionable en los debates políticos, económicos, o en cualquier foro que los relacione. A primera vista parece algo natural que al existir la izquierda, en contraposición exista la derecha, y de esta manera se centra el debate en dos posturas contrapuestas, donde una de ellas – la izquierda – se avoca unos valores, y en consecuencia, a la otra se le otorgan los defectos que la contraponen. Este artículo tratará sobre la realidad de esta dicotomía, mostrando al lector la tesis que se ilustra en el título del artículo: la izquierda existe, pero la derecha no.
 
Para iniciar nuestro análisis, es pertinente aclarar que las posturas políticas se fundan, o bien en doctrinas ideológicas que pasan por diferentes corrientes del pensamiento humano, o bien en el estilo del ejercicio de prácticas de manifestación política. Ambas, doctrina y estilo, no son en absoluto excluyentes. Por el contrario, el estilo de la práctica política puede ser consecuencia de una doctrina de pensamiento político. Al analizar la izquierda y sus diferentes manifestaciones históricas, habría que señalar que ella tiene tanto de doctrina como de un estilo propio del ejercicio político. De esta manera, se podrían identificar desde el discurso o desde ciertas conductas, quien es militante de la izquierda y quien no lo es, aunque a veces esto se disfrace.
 
Ahora bien! La doctrina política de la izquierda se funda en la antropología filosófica de Karl Marx conocida como Materialismo Dialéctico de donde se desprende una visión sociológica que depara en dos aspectos: una visión política llamada Comunismo, y una visión de la economía denominada Socialismo. Así las cosas, el primer nombre de la izquierda es “comunismo”. De allí, que en los más severos y antiguos regímenes de la izquierda adscriban a Partidos Comunistas, como en China, Cuba, Corea del Norte y en la antigua Unión Soviética. En los albores del materialismo dialéctico interpretado como manifestación política, el nombre que los albergó fue “Comunismo”. El término “Socialismo” por otra parte, era objeto de estudio de la doctrina económica que se desprendía igualmente del “Materialismo Dialéctico”, y si bien es natural que un comunista sea socialista o viceversa, no debe confundirse los términos.
 
Cuando el Comunismo se puso a prueba en la Rusia de Lenin, la brutalidad del ejercicio político dejó millones de muertos en la misma Rusia y otros países vecinos, de modo que la dictadura del proletariado hizo ver con recelo y desprecio el Comunismo en los países democráticos. Ante esto, los comunistas emigraron su nombre y comenzaron a ocultar su filiación política bajo el nombre de Socialismo. Se entendió en esa primera mitad del siglo XX y aún hoy se ve de esta manera, que los llamados Comunistas y Socialistas refrendan una línea dura y blanda del mismo pensamiento político, respectivamente.
 
De otra parte, el término “Izquierda” fue referido inicialmente a los jacobianos que ocuparon el lado izquierdo del Parlamento Francés luego de la Revolución Francesa. Se hacía referencia de manera despectiva a los jacobianos, por sus conductas grotescas, violentas, intolerantes, engañosas, entre otras, que caracterizaron a dichos miembros del Parlamento Francés. Si bien los jacobianos desaparecieron de la escena política, los comunistas tomarían el lugar en el ejercicio de su práctica política, y con el mismo aire despectivo se les llamó “Izquierda” a los comunistas. Claro está que no se trataba de un término que fuera grato para ellos, sin embargo, en el transcurrir de las décadas, el término perdió su connotación negativa, y a los comunistas, les pareció más que conveniente su antigua afrenta: si el comunismo era una más de muchas vertientes del pensamiento humano, el auto promoverse como “izquierda” implicaría en el uso del lenguaje, que solo existían dos vertientes de pensamiento político, y al reducir el espectro a solo dos posibilidades, izquierda y derecha, captarían al menos la mitad de la atención. Más aun, al señalar a la “derecha” de todos los males, la izquierda se levantaría a si sola como la única alternativa para reivindicar a la humanidad del supuesto enemigo feroz. Y bueno ¿y la derecha no tendría forma de defenderse de las falsas acusaciones, o de aplicarle la misma dosis a la izquierda? Claro que no, puesto que la “derecha” realmente no implica una cohesión de pensamiento político, ni siquiera un mismo estilo en la práctica política, es decir, no habría un directo responsable a quién señalar. Es por esto que podemos afirmar que la llamada “Derecha” no existe, salvo que se entienda todo el espectro de doctrinas y estilos políticos, eventualmente divergentes entre sí, como “derecha” solo por el hecho de no ser “izquierda”.
 
Así hemos observado una forma de coartar el pensamiento humano. De pensar en un plano donde cada doctrina de pensamiento político es una región, y dónde eventualmente se dichas regiones se unan, se intercepten, etc., hemos pasado a pensar el mundo en la simplicidad de una línea donde un lado es la izquierda y el otro la derecha. Algunos estudiosos de esta falaz línea fijan puntos y límites de ella diciendo “la extrema izquierda”, “la extrema derecha”, “la izquierda”, “la derecha”, y hasta “el centro”, con sus propias subdivisiones como “el centro izquierda” y “el centro derecha”, sin que lo anterior haga justicia a toda la variedad de doctrinas y estilos políticos; en nuestro país por ejemplo, el liberalismo, el conservatismo, los movimientos cristianos, los movimientos conservacionistas, y la izquierda, son todos diferentes entre sí, aunque el debate se limite a hablar de la izquierda y la derecha, y a forzar a ubicar los diferentes movimientos en un lado o en otro, y cuando la labor no sea clara, decir que ese es el centro. ¡Miope visión de los hechos!.  
 
En conclusión, la visión de cualquier ciudadano no debe quedar en la triste creencia que solo existe una línea de pensamiento político donde en un extremo está la izquierda y en el otro la derecha. El asunto es bidimensional, tridimensional, y mucho más complejo si así se quiere. La primera forma de no caer en dicha falacia es llamar a todos aquellos que representan la izquierda con su nombre original y establecer en ellos el legado histórico de crímenes y engaños que les corresponde: “comunistas”.
 
Es mi parecer. 

viernes, 24 de enero de 2014

EL CASO PETRO: EL DERECHO DE LOS VOTANTES


CASO PETRO: EL DERECHO DE LOS VOTANTES

Luis Fernando Pinillos Gómez
Jueves 23 de enero de 2014
 Los seguidores del señor Alcalde Gustavo Petro han venido sosteniendo que el fallo de destitución del Procurador Alejandro Ordoñez viola el artículo 40 literal 1 de la Constitución Política de Colombia, que reza al tenor de la carta magna lo siguiente:
ARTICULO 40. Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede: 1. Elegir y ser elegido…
Afirman que con la destitución del señor Alcalde, se viola el derecho de las mayorías de ciudadanos bogotanos que eligieron a este ciudadano como funcionario público para dicho cargo. Para garantizar que se respete el derecho de los ciudadanos, se han presentado una serie de tutelas en virtud del artículo 86 de la Constitución Política de Colombia, unas con el ánimo de restablecer el derecho del señor Petro a ser elegido, y otras con el ánimo de restablecer el derecho de los ciudadanos a elegir.
También han señalado que en consideración del artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el  Procurador General de la Nación no tiene competencia para destituir al Alcalde Gustavo Petro puesto que este fue elegido por elección popular, y en su interpretación, solo una sentencia en un proceso penal daría lugar a interrumpir el ejercicio del funcionario electo. Adicionalmente, recalcan que el Procurador General de la Nación no es elegido por elección popular como si es el caso del señor Alcalde, y de esta manera se hace una crítica de tipo ético a la decisión del Procurador Ordoñez. De la cuestionada competencia del Procurador se deriva otra ola de tutelas que avocan al derecho del destituido Alcalde al debido proceso, de la cual la más llamativa de todas es la interpuesta por el magistrado Armenta Fuentes y presentada por el contratista del distrito José Gotardo Pérez.
Analicemos los argumentos presentados en este sentido.
La competencia del Procurador para destituir a funcionarios públicos, incluyendo los de elección popular, está consagrada en el artículo 277 literal 6 de la Constitución Política de Colombia, y ratificada por la Corte Constitucional con motivo de un fallo de Tutela. De este modo, no se puede argumentar violación al debido proceso por falta de competencia del Procurador. Respecto al artículo 26 de la Convención de la Corte Interamericana, cabe recordar que no se trata de un caso que la corte pueda fallar en virtud que existen recursos para el mismo Alcalde, por tanto la Corte no tendría en principio competencia para tener conocimiento del caso, por lo menos en derecho. Sin embargo, es pertinente precisar que la destitución e inhabilidad de funciones públicas es una sanción para todos los funcionarios públicos, y que el pretender quitarle dientes a la acción disciplinaria sobre aquellos funcionarios que son electos por elección popular, es establecer una desafortunada distinción entre los funcionarios públicos: aquellos que son electos por elección popular y no son sujetos de acción disciplinaria, y aquellos que no los son y que si son  objetos de dicha acción. A lo anterior, agréguese los siguientes agravantes: 1) la mayoría de las faltas de los funcionarios públicos susceptibles de  la acción disciplinaria no son penales, en consecuencia, dichas faltas disciplinarias gozarían de flagrante impunidad si los funcionarios llegan al cargo por elección popular 2) la mayoría de los casos objetos de sanción disciplinaria son de funcionarios públicos de elección popular, lo cual implicaría impunidad flagrante para la mayoría de las investigaciones que se adelantan y 3) por principios de igualdad y avocando el mismo derecho del señor Petro, todos aquellos que habiendo sido destituidos e inhabilitados por la comisión de una falta disciplinaria, volverían a cargos públicos, a la vida pública y/o hasta cobrarían brazos caídos, solo por haber sido electos popularmente, y sin necesidad que hayan sido condenados penalmente.
Ahora bien! Respecto a quienes argumentan que el Alcalde Petro se debe quedar en el cargo porque lo eligieron para eso so pena de no quebrantar el derecho de sus electores, habría que decir:
En primer lugar, señalar que Petro no fue elegido con mayorías como dicen. Realmente sacó un poco más del 30% presentando una propuesta diferente a la del doctor Enrique Peñalosa quien obtuvo un 27%. Para tener esto en perspectiva, hay que señalar que más del 60% de los votos estuvieron representados en la propuesta de Enrique Peñalosa, Gina Parodi, David Luna y Carlos Fernando Galán, que en términos generales eran la misma propuesta del señor Peñalosa. El señor Petro ganó las elecciones no porque encontrara unas mayorías en las urnas a su propuesta, sino porque la propuesta opuesta se presentó divida ante los bogotanos, y al no contar con segunda vuelta, la ciudadanía no tuvo la oportunidad de votar dos propuestas diferentes, y el señor Petro pasó por encima de dichas mayorías.
Aclarado entonces que no se trató de mayorías las que eligieron al Alcalde Gustavo Petro, planteemos el segundo punto recordándole a esas minorías, que al momento de presentar el plan de gobierno para la ciudad durante el cuatrienio para el que fue elegido, el señor Petro no consignó en absoluto lo que presentó como propuesta a sus electores durante la contienda electoral. Peor aún, la gestión administrativa es la peor del cualquier alcalde del país, y sus políticas han afectado negativamente la vida de aquellos ciudadanos menos favorecidos que él dice defender. ESTE ENGAÑO DEBERÍA INDIGNAR A TODOS LOS QUE VOTARON POR EL SEÑOR GUSTAVO PETRO COMO ALCALDE DE LA CIUDAD DE BOGOTÁ. Entre los engaños más dicientes del mandatario de la ciudad de Bogotá, está el haber prometido la construcción de 1000 jardines infantiles para una cobertura de 200.000 niños, y donde solo se consignaron 10 en su plan de gobierno. Se prometió construir 100 mega colegios y se consignó solo 10 de los cuales solo se ha entregado 1 que estaba pendiente desde la época del destituido alcalde Samuel Moreno. Prometió hacer el metro y expresó que bajo ninguna circunstancia realizaría las otras dos troncales de Transmilenio, pero consignó la construcción de las troncales de transmilenio, luego de ver que la idea del metro era inviable financieramente como se le había advertido, y de renunciar a la idea del tranvía que se le ocurrió en reemplazo del metro luego de montar en tranvía en la ciudad de París con motivo de las vacaciones que se dio después de ganar las elecciones. En general, nada de lo que prometió en campaña lo consignó en su plan de gobierno, y mucho menos lo ha llevado a la práctica.
En tercer lugar, aquellas minorías que defienden a Petro por considerar que se les está violando el derecho al voto, y que ignoran, o pretenden pasar por alto sin que se indignen por el engaño de Petro en sus propuestas de campaña, no podrán ignorar que ha sido el señor Petro quien le ha puesto todos los obstáculos a la revocatoria popular a su mandato. Así las cosas, ¿con qué derecho hablan de respeto al voto? ¡Ahora bien! Paradójicamente, las cosas toman un rumbo diferente. Si bien la revocatoria de mandato es un proceso independiente de la sanción disciplinaria, y la sanción podría ocurrir aun cuando Petro saliera favorecido en la revocatoria, lo cierto es que esto generaría un caos institucional mucho peor. Las encuestas muestran que aun a pesar de crecer el respaldo al Alcalde de Bogotá en medio de la auto victimización que él hace para engañar a los ciudadanos, aun no contaría con las mayorías para ganar la revocatoria, de modo que la forma de lograr favorecimiento en dicha contienda es que no se logre el umbral, es decir, impulsando no un voto de respaldo a su gestión, sino impulsando que las personas no voten en la revocatoria. Si entendemos que la expresión del abstencionismo es una expresión de rechazo a la democracia y de deslegitimar el voto, ¿por qué aquellas minorías que quieren que se les ampare el derecho al voto porque votaron por Petro, ahora no les parece valioso el voto de las mayorías que rechazan la gestión del actual Alcalde?
Finalmente, habría que recordarle a los seguidores de Petro que defienden la tesis de derecho al voto, y critican que un funcionario nombrado remueva de su cargo a uno electo popularmente, que el Procurador General de la Nación es electo por el Congreso de la República, tras verificarse ciertas competencias para el cargo. Así las cosas, si bien el Procurador no está electo por el constituyente primario, si llega al cargo por elecciones en la democracia representativa de nuestro Congreso. Para ser más claros en esto, recordemos que el mismo señor Petro cuando era Congresista, votó por el señor Procurador Alejandro Ordoñez para que ocupara dicho cargo, aun conociendo como Congresista y ahora como Alcalde, que el Procurador tendría la facultad de sancionarlo como lo ha hecho, por faltas disciplinarias, entre ellas la negligencia en el cargo. Por el contrario, ese 30% de ciudadanos que votaron por Petro para la alcaldía, parece que nunca verificaron que dicho señor no tenía las capacidades suficientes para ocupar el cargo como resultaba evidente, y como ha quedado demostrado en los pésimos índices de gestión y en las políticas que ha implementado que ha afectado los intereses de la ciudad y de sus ciudadanos, particularmente los menos favorecidos. 
Desafortunadamente encuentro entre quienes respaldan al señor Petro, por un lado mucha ignorancia, y por el otro, mucha hipocresía. Si realmente valoran su voto, estarían de acuerdo con la destitución del Procurador, y si acaso esta no se hiciera, serían los primeros en proponer la revocatoria por los engaños de los que son víctimas. Este es mi parecer. 

miércoles, 22 de enero de 2014

EL CASO PETRO: LA TESIS DEL COMPLOT - SEGUNDA PARTE


LA TESIS DEL COMPLOT – SEGUNDA PARTE

 

Luis Fernando Pinillos Gómez

Lunes 16 de diciembre de 2013

 

El señor Alcalde Gustavo Petro ha expresado que la destitución de su cargo y la inhabilidad para ejercer cargos públicos durante varios años, por parte de la Procuraduría, obedece a un complot fraguado entre el expresidente Álvaro Uribe, el exministro y periodista Fernando Londoño, y el Procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez. En este contexto, el señor Gustavo Petro ha indicado que los hechos que motivaron la investigación de la Procuraduría y su consecuente destitución, son infundados, que el auto de destitución es contrario a la Ley, y que la única motivación del fallo del Procurador estriba en el susodicho complot. Todo lo anterior lo sustenta sobre el conocimiento que él tiene de reuniones entre el señor ex presidente Álvaro Uribe y el ex ministro Fernando Londoño.  Analicemos la seriedad de estos argumentos.

 

De ser cierto lo expresado por el señor Petro, el Procurador habría incurrido en el delito penal de prevaricato por acción que reza en el artículo 149 del código penal colombiano CPC: “Prevaricato por acción. Modificado. Ley 190 de 1995, Art. 28. El servidor público que profiera resolución, dictamen manifiestamente contrario a la ley, incurrirá en prisión de tres (3) a ocho (8) años, multa de cincuenta (50) a cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes e interdicción de derechos y funciones públicas hasta por el mismo tiempo de la pena impuesta.

 

Adicionalmente, los señores Álvaro Uribe y Fernando Londoño habrían incurrido en el delito de concierto para delinquir que a la luz del artículo 186 del CPC dice: “Concierto para delinquir. Modificado. Ley 365 de 1997, Art. 8. Cuando varias personas se concierten con el fin de cometer delitos, cada una de ellas será penada, por ese solo hecho, con prisión de tres (3) a seis (6) años...

 

Así las cosas, el señor Alcalde está en la obligación como funcionario público de denunciar ante la Fiscalía General de la Nación las actuaciones de quienes han fraguado en reuniones su destitución e inhabilidad a la luz de un delito, esto en virtud del artículo 417 del CPC que cita: “Abuso de autoridad por omisión de denuncia. El servidor público que teniendo conocimiento de la comisión de una conducta punible cuya averiguación deba adelantarse de oficio, no dé cuenta a la autoridad, incurrirá en multa y pérdida del empleo o cargo público…

 

Ahora bien! El señor Alcalde debe remitir su denuncia directamente a los entes competentes de investigación, como la Fiscalía General de la Nación y el Comité de Acusaciones del Congreso considerando el fuero de algunos de los que él sindica de conductas penales. Sin embargo, dicha actuación por parte del señor Petro no ha ocurrido, lo cual lo hace, de ser cierto, objeto del delito prescrito en el artículo 417 del CPC. Cabe la pregunta entonces ¿por qué no ha cumplido dicho deber exponiéndose a destitución por ello, aún más cuando el perjudicado de las actuaciones delictuales que el imputa a otros es él directamente? ¿Por qué pregona y pone a pregonar a otros, a través de los medios de comunicación y en la plaza pública las actuaciones delictuales que deberían ser de conocimiento de la Fiscalía General de la Nación y de Comité de Acusaciones de la Cámara? Bueno! Procuremos entender esto.

 

Es de conocimiento público que el señor Fernando Londoño fue ministro del Presidente Álvaro Uribe, que es un férreo defensor del ex presidente y que forma parte de los cuadros directivos del movimiento Centro Democrático. Por consiguiente, no tiene nada de extraño ni mucho menos de ilegal, que el señor Uribe y el señor Londoño se reúnan. Por el contrario, es apenas lógico que esto ocurra con ocasión de la militancia de ambos en el Movimiento Centro Democrático, y en ello no hay nada de extraño, de desconocimiento público, ni mucho menos ilegal. Incluso, aun con la participación del señor Procurador en las reuniones, cosa que no está probada, no se configuraría por el solo hecho de la reunión, el complot y los delitos que conecta Petro en su discurso.

 

Sin embargo, la conducta del señor Petro llama la atención por la forma como captura incautos en los argumentos: aunque Uribe y Londoño se reúnen con la frecuencia que su trabajo les exige sin que esto sea un misterio o algo ilegal, el señor Petro se presenta ante sus seguidores fingiendo exclamada sorpresa por tales hechos, para presentarlos como prueba de algo que no es prueba, y de allí deducir su tesis del complot, y conecta con los hechos de destitución, al señor Procurador.  

 

Cuatro argumentos adicionales se desprenden de todo esto: 1) la denuncia penal que hace Petro en la plaza pública y en los medios de comunicación, debe realmente hacerla ante los órganos correspondientes del estado, porque de no hacerlo el estaría incurriendo en el delito penal consagrado en el artículo 417 del CPC. Suponiendo que el señor Alcalde dice la verdad respecto al complot, sino formula la denuncia penal, él mismo se vuelve objeto de investigación penal por no denunciar. ¡Claro está! Si estuviera diciendo la verdad. 2) Si el señor Petro denuncia con los elementos de prueba que expone ante sus seguidores, y la opinión pública en general, ante los órganos competentes como es su deber legal si realmente creyera que está diciendo la verdad, es claro que el proceso en contra de los indiciados se archivaría porque lo que se expone como prueba no prueba realmente nada, pero correría el riesgo que de oficio se generaría investigación penal en contra del mismo Petro por Falsa Denuncia según los artículos 435 y 436 del CPC, y al encontrarse culpable, iría a la cárcel. Aquí ya no estamos hablando de destitución e inhabilidad, sino de cárcel. 3) Ahora! Si suponemos que Gustavo Petro está mintiendo al imputar de actuaciones delictuosas a los señores Uribe, Londoño y Ordoñez, cabe por parte de ellos la posibilidad de adelantar denuncias penales por Injuria y Calumnia. Sin embargo, es potestad de ellos formular la respectiva denuncia penal, cosa que resulta poco probable lo que concierne al Procurador y al Ex Presidente pero que si puede tener eco en el ex ministro Fernando Londoño, quien recordemos, fue sancionado por el Procurador Edgardo Maya con destitución e inhabilidad de 15 años por sindicar al Juez Suarez Vacca de prevaricador, pese a que el ex ministro se retractó públicamente, y que con el tiempo, sus argumentos han resultado ser ciertos. Así las cosas, aunque el señor Petro se retracte, su conducta deberá ser sancionada de la misma forma que fue sancionada en su momento la del mismo señor Londoño por el mismo principio de justicia; y 4) hay que recordar que el señor Petro ya tiene experiencia en sindicar de conductas punibles a otras personas con mentiras, como fue el caso del general Plazas Vega. Cabe recordar que en los albores del proceso penal en contra del General, el Congresista Gustavo Petro declaró ante los medios que el General Plazas Vega había dado orden, delante de su presencia, de torturarlo a él en la escuela de caballería. Al comprobarse que era mentira la declaración del señor Petro ante los medios, con una risa llena de cinismo, reconoció que lo que había dicho era una “pequeña mentira”, sin embargo los ecos de su “mentirita” si tuvieron efectos en el juicio del general.

 

Lo anterior lleva a una única posibilidad: si vamos a creerle al señor Petro su tesis del complot fraguado por el ex presidente Álvaro Uribe, el ex ministro Fernando Londoño, y el Procurador Alejandro Ordoñez, el debería presentar pruebas serias, instaurar las denuncias penales ante los entes competentes, y dejar de hacer su teatro en la plaza pública y en los medios, para cautivar ingenuos. De lo contrario, debemos reconocer que es una treta más para atornillarse descaradamente en el cargo del cual lo destituyeron, aprovechándose de la ingenuidad argumentativa de algunos de sus seguidores, o de la mala fe de otros. Es mi parecer.